Capellanía

Cuando hablamos de Capellanía pensamos en una persona con capacitación pastoral que en un determinado ámbito institucional –escuela, hospital, cárcel, casa de gobierno, etc.– está atenta a las necesidades personales y a los especiales tiempos de esa convivencia que requieran una atención pastoral. Es una presencia de la Iglesia en la vida de una institución, de modo servicial y representativo, abriendo canales de contacto y comunicación entre la iglesia y ese espacio social.

De modo que una capellanía universitaria será eso: una presencia servicial de la iglesia en la universidad, atenta a las necesidades personales y a los momentos de densidad y eventos significativos en la convivencia universitaria.

Es un servicio que ofrece la Universidad para el acompañamiento integral de la comunidad educativa.

Lejos de una actitud de imponer y de exigir nos proponemos desde el dialogo y acción hacer visible el testimonio cristiano, en una actitud de servicio, respetando las inclinaciones religiosas y culturales de cada personas, favoreciendo los procesos personales, grupales y organizacionales.

En este sentido comprendemos la Capellanía de una manera amplia:

“… una pastoral universitaria evangélica, y particularmente metodista, estarán entonces en la línea de colaborar con la misión de Dios en la vida estudiantil y docente, entre todos los implicados en el quehacer educativo, en una actitud evangelizadora: el diálogo de Dios con la humanidad ofreciendo una vida libre, reconciliada, plena y solidaria, por la adhesión a Jesucristo y, consecuentemente, al Reino de Dios.”

Un acercamiento a la Pastoral Univeristaria

Sin menoscabar la función de capellanía, sino valorándola dentro de sus posibilidades, y concibiendo la pastoral universitaria, como una tarea más abarcativa y compleja, intentamos acercarnos a estos conceptos.

Entendemos como universidad un espacio experiencial que complementa la educación básica como una oportunidad de ampliar la capacidad de reflexión y operativa de la comunidad educativa, de modo que ésta pueda de hecho ser responsable en su participación cotidiana de la construcción social y ecológica.

Remarcamos que esto es posible dentro de un contexto histórico atendiendo a las necesidades inherentes del mismo, en su ámbito académico de desarrollo e investigación, contribuyendo de esta manera a la cultura y el bienestar eco-social.

Además, creemos que la pastoral cristiana son aquellas acciones prospectivas que coinciden con la obra de Dios ocupado en la historia de la salvación, el quehacer de Jesús que propone y testifica vida plena para todos, y la fuerza del Espíritu que nos conduce en este caminar.

Esta pastoral se desarrolla tanto en el ámbito congregacional, como en la sociedad. Cualquier contexto es válido para compartir acciones pastorales que beneficien la dignidad humana y favorezcan la totalidad de la vida y su medio.

De esta manera, se especifica la pastoral universitaria, como un conjunto de propuestas de acciones pastorales que se ofrecen en el espacio de la universidad, facilitados por el carácter confesante que tiene la Universidad en nuestro caso, aunque por cierto respetando la diversidad cultural y religiosa de la gestión docente, no docente y alumnado, en una institución educativa pública, abierta a todos, aunque sea de gestión privada.

Esto es, dentro de una tarea de experiencia mutuamente formativa, donde las reflexiones y las prácticas estén enmarcadas en la conciencia social, ética y eco-sistémica que favorezca el desarrollo la convivencia para todos, con un diálogo abierto desde la fe cristiana.

En la concepción protestante y evangélica de separación entre la iglesia y el estado, reconocemos y valoramos la existencia de ámbitos públicos aconfesionales como garantía de la libertad de conciencia. No aspiramos a una “cristiandad” donde todo es religioso y cristiano, donde la sociedad es regida por alguna autoridad eclesial. No aspiramos a las primacías. Estamos para servir y no para ser servidos.

Pero cuando la iglesia ofrece algún servicio, incluido el servicio educativo, lo hace en el nombre –en el espíritu, en la actitud, en el propósito – de Jesucristo: vida nueva y plena para todos y todas, en comunión y comunidad de amor. Como las otras partes del servicio, ya sean comida, salud, vestido, educación, también el mensaje se ofrece. No se impone, pero se ofrece, de la mejor manera posible y explícitamente, no sólo como “valor universal”, sino centrado en el núcleo cristiano de Jesús y su obra redentora.

De modo que una capellanía universitaria será eso: una presencia servicial de la iglesia en la universidad, atenta a las necesidades personales y a los momentos de densidad y eventos significativos en la convivencia universitaria.

Es un servicio que ofrece la Universidad para el acompañamiento integral de la comunidad educativa.

Lejos de una actitud de imponer y de exigir nos proponemos desde el dialogo y acción hacer visible el testimonio cristiano, en una actitud de servicio, respetando las inclinaciones religiosas y culturales de cada personas, favoreciendo los procesos personales, grupales y organizacionales.

En este sentido comprendemos la Capellanía de una manera amplia:

“… una pastoral universitaria evangélica, y particularmente metodista, estarán entonces en la línea de colaborar con la misión de Dios en la vida estudiantil y docente, entre todos los implicados en el quehacer educativo, en una actitud evangelizadora: el diálogo de Dios con la humanidad ofreciendo una vida libre, reconciliada, plena y solidaria, por la adhesión a Jesucristo y, consecuentemente, al Reino de Dios.”

Desde una pastoral universitaria evangélica, y particularmente metodista, estaremos entonces en la línea de colaborar con la misión de Dios en la vida estudiantil y docente, entre todos los implicados en el quehacer educativo, en una actitud evangelizadora: el diálogo de Dios con la humanidad ofreciendo una vida libre, reconciliada, plena y solidaria, por la adhesión a Jesucristo y, consecuentemente, al Reino de Dios.

ARTÍCULO 2. UCEL desarrollará su actividad respetando los principios contenidos en la Constitución Nacional, las tradiciones argentinas y los derechos humanos universales reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas. Asimismo, se reconocen como orientación suprema en el orden moral y espiritual, las verdades y enseñanzas emanadas de las Sagradas Escrituras y las pautas doctrinarias de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina. En el seno de UCEL no se practicaráningún tipo de discriminación por razones de sexo, raza, religión o pensamiento. La Junta Directiva de AUCEL, será responsable del cumplimiento de lo establecido en el presente artículo y en las normas concordantes.

ARTÍCULO 3. UCEL tendrá su domicilio y sede principal en la ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, República Argentina, pudiendo extender su actividad, para lo cual deberá contar con la 

ARTÍCULO 4. UCEL tendrá los siguientes fines:

a. Formación integral de docentes y alumnos dentro de la tradición cristiana y los más altos valores universales, mediante la difusión de la cultura y del conocimiento que garanticen su inserción en la comunidad, y estará comprometida con el sistema de vida democrático y republicano. 
b. Promoción de un ambiente universitario que tienda a la búsqueda de la verdad, el saber y la excelencia, a través de enfoques integradores, partiendo de la diversidad y el pluralismo.
c. Equilibrio entre las tradiciones y las innovaciones y entre el desarrollo de la mente, del cuerpo y del espíritu.
d. Formación integral académica, humanista y científica en las distintas profesiones, a través de las Unidades Académicas que la componen, por medio de carreras de grado y posgrado, y de actividades de extensión, investigación y transferencia.
e. Investigación del más amplio espectro de posibilidades, priorizando los temas relacionados con su oferta educativa y con las necesidades que se manifiesten dentro de la comunidad.
f. Proyección en lo cultural, científico y tecnológico al servicio de los intereses de la región, la Nación y la humanidad.
ARTÍCULO 5. UCEL se propone como objetivos de su actividad para el cumplimiento de sus fines:

a. Constituir una comunidad de profesores y estudiantes dedicados a reflexionar sistemática y objetivamente acerca de la índole de las cosas.
b. Promover, conservar y transmitir los conocimientos científicos y ampliar el patrimonio cultural a través de la docencia, la investigación y la transferencia, con particular interés en las cuestiones que puedan servir para el desarrollo regional y nacional.
c. Lograr un clima académico de excelencia en el cual la razón prime por sobre la pasión, la colaboración esté en equilibrio con la competencia y se conforme una comunidad maestrodiscípulo mutuamente enriquecedora.
d. Formar profesionales con la aptitud para identificar problemas y las oportunidades de su solución, que actúen en el marco de la ética.
e. Capacitar para la vida académica, el ejercicio profesional, la docencia y el servicio a la comunidad.
f. Optimizar las actividades para lograr el mejoramiento del nivel de la comunidad a través de una oferta educativa variada, apuntando al permanente desarrollo en áreas de interés y necesidad de la región y el país, en un sistema basado en la igualdad de oportunidades.
g. Promover la vinculación e intercambio con instituciones educativas del país y del exterior, mediante la aplicación de experiencias, movilidad de recursos humanos a nivel de docencia y alumnado, y concreción de convenios que enriquezcan la labor docente y de investigación.
h. Desarrollar la docencia en sus niveles superiores, tanto de grado como de posgrado. Las carreras de grado deben enmarcarse en un escenario que implique para los alumnos el estímulo en el proceso formativo del conocimiento, fomentado su capacitación, creatividad, espíritu crítico, vocación científica y responsabilidad social. Las carreras de posgrado serán propiciadas en toda disciplina que se adecue a estas modalidades, mediante la capacitación de especialistas en cuestiones de alto interés científico y mejoramiento social.
i. Promover y activar las publicaciones, la comunicación y la información, por medio de un acrecentamiento permanente del material bibliográfico, a través de un plan de publicaciones propias, que permitan un intercambio constante con otras instituciones nacionales y extranjeras.
j. Crear en el ámbito de UCEL Facultades, Escuelas, Departamentos e Institutos relacionados con la educación superior, la investigación y la extensión.
k. Promover y difundir la investigación científica y tecnológica, tanto en términos generales como particulares en torno a cuestiones de alto interés la región y de la Nación.
I. Favorecer la vinculación de la fe cristiana con la cultura nacional y universal mediante la investigación y promoción humana.
m. Promover y fomentar, en forma permanente, la solidaridad de todos los miembros de su comunidad en los sectores de la vida nacional y regional que ameriten una atención específica en condiciones de ser brindadas por la institución, sin distingos de índole alguna y con un amplio espíritu de apoyo y colaboración.
ARTÍCULO 6. Queda expresamente excluido todo fin de lucro. Cualquier superávit que hubiere en algún ejercicio de la Institución, será destinado a solventar obligaciones y al mejoramiento de la actividad académica, no pudiéndose distribuir en modo alguno entre los integrantes de UCEL, ni darles un destino distinto al de su objeto.

Así entendida será la creación de espacios de evangelización y discipulado, diferenciados de la actividad académica específica, aunque siempre en diálogo con ella, pudiendo existir también una cátedra de cultura religiosa.

Estos espacios de evangelización y discipulado se ofrecerán al conjunto de los actores de la comunidad educativa: alumnos, docentes, empleados administrativos y de servicios, y las familias y círculos sociales de todos ellos. Podrán ser grupos de estudio bíblico, de oración y comunión, charlas, mesas redondas, paneles, exposiciones, conciertos, acciones de servicios solidarios, campamentos, excursiones, viajes, etc.

Entendemos que la pastoral universitaria se plasma entre la autoridad universitaria y los organismos de la iglesia, y en ese acuerdo se designan también sus agentes. Debe tener una clara apertura ecuménica y pluralista, desde su identidad evangélica, ofreciendo el contacto con la Iglesia Evangélica Metodista, pero atenta y respetuosa de otras o ninguna opción confesional.
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