Mensaje de Pascua de la CapellanĆ­a de UCEL: “Ā”Verdaderamente ha resucitado!”

Mensaje de Pascua de la CapellanĆ­a de UCEL: “Ā”Verdaderamente ha resucitado!”

Rembrandt van Rijn: Christ and St Mary Magdalen at the Tomb (1638)
Rembrandt van Rijn: Christ and St Mary Magdalen at the Tomb (1638)

ā€œĀæPor quĆ© buscĆ”is entre los muertos al que vive? No estĆ” aquĆ­, sino que ha resucitadoā€ (Lucas 25.5b-6a)

El pasado domingo de este mes dio comienzo la Semana Santa entre las iglesias cristianas de Occidente, mientras que en las iglesias de Oriente dicha fecha tendrĆ” lugar a partir del 5 de mayo. Y aquĆ­ es importante recordar que durante esta Semana segĆŗn cada calendario litĆŗrgico, la cristiandad contemporĆ”nea conmemorarĆ” la PasiĆ³n, Muerte y ResurrecciĆ³n de JesĆŗs de Nazaret, comenzando con el asĆ­ llamado Domingo de Ramos y finalizando con el ya conocido Domingo de ResurrecciĆ³n.

ĀæPero que recordamos realmente? ĀæCuĆ”l es el sentido hondo de la Pascua Cristiana? Ante estas preguntas que nos hacemos hoy, como personas inmersas en otro tiempo y otro mundo, deben remitirnos al valor que hace 2000 aƱos tenĆ­a la esperanza mesiĆ”nica acerca de la venida de un mundo mejor, mĆ”s justo e igualitario, donde el Pueblo JudĆ­o soƱaba con la liberaciĆ³n definitiva de la opresiĆ³n vivida como naciĆ³n, pero tambiĆ©n, donde soƱaba con la liberaciĆ³n total de la humanidad y de la creaciĆ³n de Dios, del mal existente en el mundo.

De esta manera, la Pascua Cristiana nos remite a este hondo anhelo de liberaciĆ³n y plenitud de toda la creaciĆ³n que se encuentra en la celebraciĆ³n de la Pascua JudĆ­a, sino que tambiĆ©n nos dirige a todos los anhelos, deseos y esperanzas de liberaciĆ³n/emancipaciĆ³n provenientes de las grandes tradiciones religiosas y laicas existentes, que buscan la justicia, el bienestar y la vida plena de toda la humanidad.

Por ello la Pascua, donde JesĆŗs es reconocido como MesĆ­as y sobre todo, es reconocido como un MesĆ­as Sufriente que no sĆ³lo muere en la cruz, sino que entrega su vida para el perdĆ³n de nuestros pecados y la reconciliaciĆ³n de todas las cosas, constituye una memoria grabada en el tiempo y a la vez, se erige en un llamado actual para acoger la gracia que Dios nos ofrece permanentemente, con el fin de cambiar nuestras vidas y lanzarnos al amor que se dona en un mundo atravesado por el dolor, la injustica y la inequidad.

En este sentido, la Pascua Cristiana tambiĆ©n se revela como un tiempo de confesiĆ³n, de testimonio gozoso y solemne donde JesĆŗs de Nazaret es confesado como MesĆ­as Triunfante, quien ha resucitado de entre los muertos y ha ascendido al cielo para estar junto con Dios Padre, hasta que los tiempos escatolĆ³gicos se cumplan y en el futuro de Dios, el Padre, el Hijo y el EspĆ­ritu Santo sea todo en todos.

En la Pascua Cristiana conmemoramos asĆ­ la muerte y la resurrecciĆ³n de un MesĆ­as que proclama la Buena Noticia y lucha por la justicia, optando siempre por aquellas personas vulnerables y dĆ©biles que el mundo habĆ­a dejado atrĆ”s, pero que de acuerdo al Evangelio, eran los primeros sujetos del Reino para de allĆ­ acoger a todos los seres humanos, sin distinciĆ³n alguna.

Hoy, la Pascua nos sigue invitando tal como ayer, a la renovaciĆ³n de la esperanza en un Reino que viene, en ese gobierno de Dios donde la libertad, la igualdad y la hermandad entre los seres humanos son finalmente posibles, para de esta manera celebrar la ResurrecciĆ³n del Cristo/MesĆ­as como la alborada de un nuevo mundo y al mismo tiempo, trabajar por la manifestaciĆ³n en la historia de ese Reino que ya estĆ” en medio nuestro.

Y por ello y ante la urgencia de invocar al Dios de la Vida que se ha manifestado en su Hijo, en esta Pascua somos pro-vocados/as a cantar, celebrar y saludamos diciendo: Ā”ChristĆ³s anesti! Ā”AlithĆ³s anesti! (Ā”Cristo ha resucitado! Ā”Verdaderamente ha resucitado!)

OraciĆ³n: Dios de la vida y de la gracia, en quien mediante tu Hijo JesĆŗs encontramos la salvaciĆ³n de la ley del pecado y de la muerte, revĆ©late en la historia y en nuestras vidas una vez mĆ”s con el fin de construir un mundo nuevo, a la luz de la resurrecciĆ³n y de tu reino que viene, para caminar en santidad y justicia junto a nuestros/as hermanos/as mĆ”s pequeƱos/as, en agradecimiento permanente a la nueva vida que nos das en Cristo y en el poder de tu EspĆ­ritu Santo para vivir en el amor. En el nombre de JesĆŗs, el MesĆ­as Resucitado. AmĆ©n.

Pastores Jorge Ostapczuk y Luis G. VƔsquez

Capellanes del Centro Educativo Latinoamericano, Comunidad Educativa La Paz, Escuela GurĆ­ y Universidad del Centro Educativo Latinoamericano

Ā